Afirmamos que uno de nuestros valores esenciales es la sostenibilidad y esto es así porque queremos contribuir a reducir la desigualdad y el desequilibrio en la Tierra y estamos convencidos de que esto es necesario hacerlo ya.
La desigualdad y el desequilibrio no son dilemas nuevos para la Humanidad, existen desde hace siglos. Lo que pasa es que, hasta ahora, existían unas barreras que hacían posible su existencia, en beneficio de unos y detrimento de otros. Pero estas barreras ahora han desaparecido.
Nos referimos a dos tipos de barreras: de información y de libre circulación.
Las primeras son el desencadenante de esta transformación: hasta ahora, los desfavorecidos no eran conscientes de su situación en comparación con los privilegiados; pero la universalización de las telecomunicaciones y las redes sociales les ha permitido tomar consciencia de su realidad y les ha generado la voluntad de buscar alternativas para reducir la brecha existente entre unos y otros.
Las segundas son el vehículo que va a permitir convertir esta transformación en una realidad: no solo basta con ser consciente de la diferencia, es necesario tener la posibilidad de cambiarla y esto puede conseguirse a través de la movilidad. La globalización de la economía ha abierto la puerta a la libre circulación no solo de mercancías y capitales, sino también de personas. Y es precisamente esta movilidad tan abierta la base de la transformación que puede conducir a la Humanidad a una mejor situación de equilibrio y equidad.
Las organizaciones empresariales no son ajenas a esta transformación. Hace años ya empezaron a tomar consciencia de ello al poner en marcha lo que entonces fueron llamados programas de Responsabilidad Social Corporativa (CSR, por sus siglas en inglés), pero ese concepto pronto se mostró insuficiente. Ahora la CSR está evolucionando hacia lo que llamamos ESG, siglas en inglés de “Environmental”, “Social” y “Governance”, o, traducido al español, medioambiental, social y de “buen gobierno”.
Solamente aquellas instituciones que comprendan este nuevo paradigma y que desarrollen planes que les permitan mantener un buen equilibrio entre estos tres elementos – rentabilidad económica, protección del medio ambiente y responsabilidad social – serán capaces de superar este cambio de paradigma que se está produciendo y podrán avanzar hacia el futuro con garantías de éxito a medio y largo plazo.
Un saludo, F